Branding: 6 consejos para mejorarlo

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El branding es una pieza fundamental en el éxito de cualquier empresa. Es la forma en que nuestro negocio se presenta al mundo, cómo se percibe y qué sensaciones despierta en nuestros clientes potenciales. Si tenemos un buen branding puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso de nuestra empresa. Aquí te presentamos 6 consejos para mejorar el branding de tu empresa y destacar en un mercado cada vez más competitivo. ¡A por ello!

Antes de nada, ¿qué es el branding?

El branding es nada más y nada menos que la gestión de marca de nuestra empresa. Puede ir desde el diseño de un logotipo hasta el tono con el que nos comunicamos con los clientes, pasando por nuestros valores. Influye claramente en el posicionamiento, en el propósito de la empresa y sus valores como marca. Una empresa sin un propósito bien definido y con unos valores erróneos para el sector no va a conseguir una posición relevante.

Además del concepto branding, debemos asimiliar el de marca. Marca sería la identificación comercial con la que se relaciona nuestra empresa. De modo que antes de hacer branding, tenemos que tener bien en claro cuál es nuestra marca, qué queremos que refleje.

Esto puede parece baladí, pero lo cierto es que cuando una marca se ha familiarizado en la sociedad, recurrimos el nombre de la marca para invocar al producto. Esto sucede por ejemplo con una famosa marca de pan de molde, ¿ya sabes cuál?. Bien, ese es el poder de una marca.

Define la identidad de tu marca antes de hacer branding

Antes de lanzarte a crear un branding, es crucial tener una comprensión clara de la identidad de tu marca. ¿Cuál es la misión y visión de tu empresa? ¿Qué valores quieres transmitir? Define tu público objetivo y qué te diferencia de la competencia. Esta información te ayudará a construir una identidad de marca sólida y coherente.

Esta parte inicial es bastante compleja ya que partimos desde un lienzo en blanco. Además, hay veces que no se sabe porqué, pero no existe relación alguna entre la marca y los valores de la misma. Es el ejemplo de Apple, no se sabe aún qué tiene que ver una manzana mordida con la tecnología, pero todos hemos asociado de manera familiar la marca con sus productos.

Lo ideal es que la marca refleje los valores de la empresa, podemos poner como ejemplo el logotipo de Ferrari. El caballo refleja potencia, fuerza salvaje, es decir, lo que un coche de F1 necesita para triunfar (además de un buen piloto, claro).

Diseña un logotipo que llame la atención

Si has definido los valores de la marca, es el momento de reflejarlos en un icono, en un logotipo. Se trata de una imagen visual que instanáneamente haga saber a la sociedad de que ese producto es distinto y que tiene características únicas.

Este logotipo ha de adaptarse a estilos y plataformas. Por ejemplo, si tenemos un fondo claro, el logotipo debería contrastar y si el fondo fuera oscuro, el logotipo debería ser claro. Además, necesitaríamos versiones del mismo para plataformas distintas. Es decir, nuestro logotipo podría necesitar verse en horizontal y en vertical, pero ello no debe distorsionar nuestra comunicación y el marketing en general.

Crea una voz de marca que sea propia

Esto es la manera con la que te comunicas con tu audiencia. Necesitamos definir el tono de nuestro mensaje, su seriedad (o no), lo cercanos que somos, nuestra sobriedad. Lo más importante es que exista una congruencia en este aspecto y que también tengamos en cuenta el canal por el cual nos estamos comunicando. A veces puede ser conveniente pasar a un tono más formal si estamos tratando de comunicar en LinkedIn y algo menos formal para otra red social.

Lo que nadie se espera es que, por ejemplo, Audi se comunique de forma chistosa en uno de sus anuncios. Todo tenemos asentada esa marca como símbolo de fiabilidad, de seguridad y de sobriedad, por tanto, ellos trabajan el branding en torno a eso valores.

Como podemos observar, no hemos dejado de tener presentes los valores y más adelante veremos que nos acompañarán hasta el final.

Ten presencia en línea, un «must» del branding

En la era digital, tu presencia en línea es crucial para el éxito de tu branding. Asegúrate de tener un sitio web profesional y fácil de navegar que refleje la identidad de tu marca. Utiliza las redes sociales para interactuar con tus clientes y construir una comunidad en línea. Publica contenido relevante y de calidad que demuestre el valor de tu marca y mantén una presencia activa en las plataformas que sean relevantes para tu público objetivo.

Además puedes incluso usar las redes sociales como canal extra de atención al cliente, nunca sustituyendo al canal establecido para ello claro. La propia comunidad puede ayudarnos a crecer simplemente dandonos su «feedback».

En este aspecto es fundamental crear contenido de valor para tu audiencia. Esta audiencia está ahí porque cree en tus valores, porque considera que ofreces bienes y servicios de calidad, por tanto, debemos estar ahí para recordárselo.

Tu no eres uno más, tienes la marca y el producto adecuados

No hay nada peor que hacer lo mismo que los demás. Dice un dicho que si uno piensa igual que el resto, hay que acudir al médico inmediatamente. Nosotros no queremos ser uno más en la competencia, queremos ser los reyes y para ello tenemos que diferenciarnos. Para poder diferenciarnos de forma exitosa hay que estudiar a la competencia y ojo, no hay que ser dogmático, si hacen algo que funciona, lo probramos. No se trata de convertirnos en una barra de metal rígida e inmaleable, queremos más bien ser un junco y tener cierta flexibilidad. Pero sin quebrarnos.

La pregunta que deberíamos hacernos es: ¿Qué hace que nuestra marca sea única?. Debemos identificar y comunicar nuestras propuestas de valor únicas. Estas propuestas son los valores y beneficios que solo nuestra marca puede ofrecer. Al destacar lo que nos hace únicos, nos diferenciamos de la competencia y atraemos a clientes leales. Esta diferenciación es esencial en un mercado saturado, donde los consumidores buscan marcas que ofrezcan algo más que solo un producto o servicio.

Mantén la consistencia y la esencia

No hay nada peor que un producto o una marca desnaturalizados, que hayan perdido ese punto «catchy». Muchas veces pensamos que en los tiempos que corren, debemos estar constantemente cambiando y es cierto. Tenemos que estar abiertos el cambio, pero cambiar no significa ser otra cosa o dejar nuestros valores en el baúl de los recuerdos. Si hacemos eso, nuestra audiencia nos abandonará poco a poco ya que no reconocerá nuestra marca, aquella que los ilusionó. Para colmo tendremos que construir una nueva imagen y atraer a una nueva comunidad, con la dificultad de haber «traicionado» a la anterior.

En esta fase es vital hacer un monitoreo y un análisis para ir viendo si nuestra estrategia logra adaptarse, de lo contrario, volvemos a nuestra zona de confort.

Como podemos ver, mejorar el branding de nuestra empresa requiere de un buen proceso de brainstorming. Conservar nuestros valores y no confundir a nuestra audiencia son seguramente los puntos más importantes para conseguir adaptarnos al cambio y no sufrir en exceso durante el camino.

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