8 trucos para autónomos al comienzo
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En este artículo veremos 8 trucos para autónomos que pueden ayudar a incrementar tu competitividad y hacer que crezcas profesionalmente. Te valdrán tanto si trabajas solo, como de la mano de otros autónomos y diversificará tu mercado para que llegar a grandes empresas no sea un sueño inalcanzable. ¡Vamos a por ello!
Estos son los 8 trucos para autónomos:
Analiza bien tu plan de negocio y asegúrate de que tienes mercado
Sí, aunque parezca evidente, este debería ser nuestro primer paso y seguramente el más importante. En la actualidad, ni los bancos valoran un plan de negocio y muy probablemente no te van a dar financiación aunque lo tengas muy bien diseñado. Por tanto, lo mejor que puedes hacer es hacer tu mismo un estudio de mercado por internet.
Comienza analizando palabras clave relacionadas con tu negocio y trata de ver si existe una demanda que puedas cubrir. Puedes comunicarte con clientes potenciales y preguntarles si estarían dispuestos a comprar tu producto (¡sí, un producto todavía nonato!).
Lo siguiente debería ser ver si el negocio es rentable económicamente y hacer el plan de negocio, eso sí, esta vez será con datos reales. Esto hará que puedas explicar que este plan ha sido testeado y no son meras conjeturas acerca de lo que crees que va a pasar. De los 8 trucos para autónomos de este artículo, este es fundamental.
Pon el punto de mira en mercados B2B
Es decir, antes de embarcarte en la aventura de cara al público, es mucho más inteligente dirigirnos a empresas. Un mercado B2B es genial para alguien que está recién empezando y no cuenta con unos recursos extraordinarios. Más bien será su propio trabajo y la calidad de tu producto los que harán que avance o no.
Posteriormente, deberíamos analizar nuestra competencia, porque si la demanda por parte de las empresas es elevada, entonces nos encontramos en lo que en marketing digital denominamos «océanos rojos«.
Arriesga solo el capital necesario
El cementerio está lleno de valientes, o mejor dicho, de imprudentes. Está muy bien pensar a lo grande y, sobre todo al principio, tendemos a hacerlo, pero es mejor ser un poco más conservador. Esto tiene un cierto margen de subjetividad, porque si comienzas con mucho dinero, puedes arriesgar más, por tanto, es conveniente analizar bien nuestra situación. Ten en cuenta que si no tienes mucho dinero, lo arriesgas todo y no sale bien… no tendrás otra oportunidad.
Haz un estudio de los costes. Por ejemplo, el diseño de tu web, la logística, tu tasa de retorno, etc. A partir de ahí consiste en ir poco a poco.
La paciencia es la madre de todas las ciencias
Durante el primer año probablemente vas a poder descubrir una de las cosas más importantes: si el mercado te acepta o te rechaza. Esto también puede ser bastante subjetivo porque, si el producto se demanda mucho, puede que el primer año incluso logres «subirte al escenario» con el resto de los competidores. Pero lo más normal es que te lleve más lejos aún del primer año y los primeros peldaños sean los más difíciles de subir.
Durante este proceso es recomendable asociarte con personas que te complementen, es decir, que te ayuden a completar tus debilidades. Por ejemplo, te asocias con un comercial para conseguir clientes a los que venderles tu producto que desarrollas como programador.
Eso sí, define muy bien los límites de la responsabilidad de cada uno. Muchas veces ocurre que la marca la pones tú, pero quien está en contacto con el cliente es un socio o colaborador. De modo que «cada palo que aguante su vela«.
Cuidado con colaboradores que se quieran quedar con tus clientes
Esto siempre será un riesgo que asumir. A veces existen colaboradores puede haber alguno que considere que lo tiene bien montado y trate de afanarte el fruto de tu esfuerzo vilmente.
Si un colaborador que lleva trabajando desde hace tiempo a un determinado nivel de pronto da un importante bajón, algo no encaja a priori, y debemos analizar qué sucede. Por esto es muy importante que, aunque la comunicación con los clientes la lleve normalmente el colaborador o el comercial, hagamos nosotros por nuestra cuenta nuestras audiencias con ellos para ver qué tal va todo.
Si tu negocio es online, reserva inversión para el marketing digital
Es tajante. Si no inviertes o lo haces tímidamente en Google Adwords y en el posicionamiento SEO de tu marca, vas a vender menos. Es sumamente importante que nuestro negocio esté bien posicionado en los resultados de búsqueda de Google y esto requiere invertir en publicidad, en el diseño de la web, en la comunicación por internet a través de redes sociales, etc.
Todo ello hará no solo que nuestro negocio aparezca de los primeros en el índice sino que, si la web está bien desarrollada, tendrá un efecto «catchy» y los leads se quedarán navegando en ella, aumentando sus posibilidades de compra.
De los 8 trucos para autónomos, considera este otro de los que debes seguir, sí o sí.
La importancia de tu Blog de empresa
El blog es tu mejor elección sin duda desde el momento uno. No lo pienses. Abre uno y empieza a escribir ahora. Es básico tener un lugar donde pueda ir la gente a saber de ti. Porque en Twitter, Facebook o Linkedin no está toda la información sobre tu empresa.
¿Qué puedes contar en un blog? Muy fácil, habla sobre lo que tú conozcas, sobre tu empresa, sobre temas relacionados con lo que vendes, el sector, etc. El blog requiere pasión y continuidad. Establece un calendario de entradas: un post a la semana el primer año, dos a la semana el segundo y así sucesivamente. Publica, pero siguiendo un objetivo y que sirva a tu audiencia, que les aporte valor, que les incite a hacer algo con ese contenido y que además te posicione como profesional a ti o a tu empresa.
Este contenido de valor pueden ser tips y consejos útiles para tus lectores, para tus clientes o los potenciales clientes que quieren conocer más acerca de tu marca. Este artículo acerca de 8 trucos para autónomos es un ejemplo perfecto, dicho sea de paso.
Trata de evitar el almacén y el stock
Evita siempre que puedas el stock y la logística. El hecho de tener un almacén con stock supone unos gastos en infraestructura muy importantes. Si sumamos a ello toda la logística, ya estamos siendo muy ambiciosos al principio. Que no se malinterprete, se trata de evitarlo siempre que no sea necesario.
Esto nos obligará a tener buenos acuerdos con nuestros proveedores y estudiar bien los márgenes, pero a la larga nos librará de quebraderos de cabeza. Si tenemos por ejemplo una tienda online, podemos externalizar la logística y el almacenaje a terceros para evitar tener que gestionar una de las partes más complejas de cualquier negocio.
Hacer «dropshipping» es de hecho, la mejor estrategia a seguir en los comienzos. El cliente compra un producto en nuestra tienda, pero nosotros no lo tenemos, lo tiene nuestro proveedor y él se encargará del resto, incluido el transporte. ¡Voila!