4 Pilares empresariales para la era digital
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Es cierto que la tendencia actual está muy enfocada a la Inteligencia Artificial (IA) desde la aparición de Chat GPT en octubre de 2022. Sin embargo, conviene no perder de vista 4 pilares empresariales que, desde nuestro punto de vista, son fundamentales, a la hora de llevar un negocio. No estamos hablando de conceptos tecnológicos, ni de software, ni mucho menos características técnicas de nuestra empresa. Vamos a hablar de conceptos base, de ideas y de objetivos que debemos dominar. ¡Vamos a ello!
4 Pilares empresariales
- Ahorrar tiempo y esfuerzos: Al ya saber tu objetivo empresarial, no perderás tiempo y esfuerzos en objetivos fútiles o para nada prioritarios. Es decir, emplearás el tiempo en aquellos objetivos que SÍ son los prioritarios para tu empresa.
- Conseguir las metas: Ahora que sabes claramente los objetivos, debes averiguar el camino para conseguirlos. Hacer un análisis de la estructura y las necesidades de tu negocio para alcanzar el éxito es el siguiente paso. En este punto podemos analizaar a la competencia para ver qué han hecho bien y aplicarlo nosotros, si procede.
- Cuando las cosas se pongan cuesta arriba, persevera: Ningún empresario con la cabeza en su sitio trata de tener una visión cortoplacista. Por tanto, es importante tener en cuenta que en el camino habrá obstáculos. La buena noticia es que al saber nuestro objetivo y mantener la motivación, nos permitirá seguir con el enfoque claro y seguir luchando.
- Poner los valores de la empresa por delante de los objetivos: Si tenemos definido el propósito de nuestra empresa, es muy importante incorporar valores con los que nos veamos identificado. Si además esos valores los inculcamos a nuestros clientes, entonces estaremos dejando claro los motivos por los cuales existe la empresa y lo necesaria que es.
- Evitar el pensamiento rígido: No existe ningún error más profundo y más común que este. Si como empresario piensas que la estructura de hoy es la que va a necesitar la empresa en el futuro, te equivocas. El mundo es cambiante y las necesidades de la sociedad también, por tanto, debemos estar dispuestos a ser flexibles como un junco para adaptarnos a las circunstancias. Como decía Bruce Lee “Be like water making its way through cracks. Do not be assertive, but adjust to the object, and you shall find a way around or through it. If nothing within you stays rigid, outward things will disclose themselves. Empty your mind, be formless, shapeless, like water. If you put water into a cup, it becomes the cup. You put water into a bottle and it becomes the bottle. You put it in a teapot it becomes the teapot. Now, water can flow or it can crash. Be water, my friend.”
- Tener implementado un método para controlar el nivel de ventas con las que la empresa recupera todos los gastos: Desde Crownet, recomendamos encarecidamente el uso de un ERP Cloud de gestión empresarial que abarque todas las áreas de nuestra operativa.
- Identificar y poder proyectar el rendimiento futuro del negocio: Sobre todo haciendo hincapie en posibles escenarios de cambio. Tener esto implementado es especialmente inteligente.
- Tener determinado el comportamiento del flujo de dinero de la empresa: de nuevo, sobre todo en escenarios cambiantes.
- Hacer una comparativa del desempeño de nuestra empresa con el de otras del mismo sector, es decir, de la competencia: Evidentemente, no vamos a poder conocer los números de empresas ajenas a la nuestra, pero podemos comparar la cuota de mercado.
- Debemos establecer expectativas objetivas y transparentes con nuestros clientes: No hay nada peor que no dejar bien en claro a qué nos podemos comprometer y a qué no. Por tanto, la honestidad en este punto es clave.
- Ofrecer variedad de opciones de entrega: Si únicamente le damos al cliente una manera de recibir su producto, puede ocurrir que no seamos capaces de adaptarnos a contextos y circunstancias en las cuales sería necesaria una cierta flexibilidad. Por poner un ejemplo muy sencillo. Si nuestra empresa desarrolla software, podríamos ser capaces de entregar módulos o fases de desarrollo en lugar de hacer esperar al cliente a que tengamos desarrollado la totalidad del paquete.
- Ofrecer proactividad a los clientes: En la vida siempre se originan problemas y circunstancias con las que muchas veces no contamos. Si esto le ocurre a nuestros clientes, deberíamos ser capaces de «darle la vuelta a la tortilla» y tomar la iniciativa. Se trata muchas veces de cambiar el chip y amoldarnos a esa situación y contexto escepcionales.
- Pide a tus clientes algo de feedback: Si quieres mejorar los tiempos de entrega o la calidad de entrega del servicio, no hay nada mejor que tener la mente abierta y tener en cuenta las críticas de los clientes. Por supuesto, dejaremos a un lado todas aquellas críticas que no sean objetivas y constructivas. Es muy importante tener en cuenta la opinión del cliente, pero el cliente no siempre tiene la razón.
- Aprender a usar nuestro tiempo de manera eficiente: Esto nos lo va a proporcionar nuestra propia experiencia. Muchas veces podemos identificar en qué perdemos el tiempo en lugar de centrarnos en qué somos eficientes.
- Priorizar las tareas importantes: Es importante tener identificadas cuáles son las tareas clave, las que nos dan rentabilidad, con las que cumplimos con las espectativas de los clientes. Podemos elaborar un ranking para ordenarlas, porque es muy posible que siempre sean así.
- Equilibrio entre nuestra vida laboral y la personal: Es un error muy común el pensar que hay que trabajar más tiempo y más duro. En realidad, lo que hace que ningún extremo del junco se rompa al doblarse demasiado es buscar un equilibrio entre el trabajo y nuestra vida personal. No se trata de trabajar más, sino de hacerlo mejor.